Los retenedores están diseñados para evitar que los dientes vuelvan a su posición original.
Los retenedores son ayudas protésicas que se colocan después del tratamiento y nos permiten mantener la estabilidad de nuestros dientes. Después del tratamiento, los dientes tienen cierta memoria, especialmente en los primeros años. Sin una retención adecuada, los dientes pueden volver a moverse, ya que tienen una tendencia natural a volver a su posición original. Por eso es tan importante mantener la fase de retención, ya que es la única manera de asegurar los resultados deseados del tratamiento de ortodoncia.
Existen diferentes tipos de retenedores, dependiendo del tratamiento, el ortodoncista elegirá uno u otro.
- Retenedores removibles: Se trata de férulas transparentes que se ajustan a la boca del paciente. Son muy similares a los alineadores Invisalign. Deben llevarse todo el día durante los primeros meses, excepto para comer y lavarse los dientes. Después, tu ortodoncista puede indicarte que los lleves sólo por la noche.
- Retenedores fijos: Se trata de un alambre estabilizador que se adhiere al interior de los dientes y es prácticamente invisible, lo que significa que no puede ser visto por los demás. Debes acudir a las revisiones para asegurarte de que el alambre no se suelta, y cepillarlos bien para que no se acumulen restos de comida.
Suele haber una recaída en los primeros 6 a 10 meses tras la retirada de los brackets, por lo que éstos deben llevarse siempre durante este tiempo.
Es importante seguir las recomendaciones del dentista en cuanto al uso de los retenedores, ya que cualquier descuido en este sentido puede provocar cambios no deseados. Nuestros dentistas en Tortosa cuentan con la experiencia necesaria para guiarte en todo el proceso.